La semana pasada, la directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel, visitó el centro de Lisboa con motivo del homenaje a nuestro anterior director, Ramiro Fonte, fallecido tristemente el pasado 11 de octubre.Ramiro Fonte fue un director amable y respetuoso con el trabajo de todos sus profesores. De los colaboradores decía que éramos los que manteníamos el grueso de la actividad académica y que no entendía el porqué de nuestra precaria e injusta situación laboral, mantenida y promovida, contra toda lógica, por el propio Estado. Nos consta que en más de una ocasión así lo comunicó en Madrid. Pero Ramiro Fonte era un poeta, y no un hombre de gestiones. Y así, sus buenas intenciones se perdieron con él. Desde aquí queremos agradecer públicamente su apoyo y enviarle un abrazo a su familia.
Ahora, durante la visita de la Sra. Caffarel, nuestro representante sindical y un grupo de compañeros, aprovechamos para hablar con ella y entregarle una carta donde se recogían las principales necesidades y urgencias que tiene el centro, entre ellas, obviamente, la regulación laboral del 75% del personal docente, que sigue trabajando con contratos mercantiles ilegales, y privados de cualquier tipo de cobertura sanitaria o social.
No se piden contratos indefinidos. Basta con que se regularice la situación y se reconozca el vínculo laboral existente entre el IC y los profesores colaboradores: ¿contratos temporales?, ¿fijos-discontinuos?... Sin duda, habrá que estudiar y discutir las distintas opciones hasta encontrar una solución. Pero, prolongar esta precaria e injusta situación laboral más tiempo sería escurrir la responsabilidad y perpetuar el desprecio hacia nuestra labor como profesores del centro. No hacer nada contra una injusticia, le convierte a uno en cómplice de la misma.
Pues parece que ya es oficial. El vacío que aparece en su lugar en la relación del equipo directivo del Instituto Cervantes es más que elocuente: 