miércoles, mayo 21, 2008

Cambios en la dirección del Instituto Cervantes

Desde aquí queremos informar de algunos de los cambios que se han producido en el equipo directivo del Instituto Cervantes y que consideramos importantes.

Abandonan (o salen) de la Dirección de Recursos Humanos y de Académica, D. Alfonso Luengo y D. Jaime Urrutia, respectivamente. También hay cambios en la Subdirección de Académica, que hasta ahora ocupaba D. Casto Fernández, y en la dirección de Cultura, cargo que ostentaba D. Xosé Luis Canido.

Les sustituyen en el cargo Dª. Águeda Bejarano Villarreal, (RRHH), D. Francisco Moreno Fernández y Dª. Raquel Romero Guillemas (Dirección y Subdirección de Académica, respectivamente), y D. Rufino Sánchez García (Cultura).

A todos ellos, pero especialmente a la señora Bejarano y al señor Moreno, por lo mucho que la dignificación de nuestra situación laboral depende de su trabajo, les damos la bienvenida, deseándoles una exitosa labor en sus respectivos cargos, y confiando en que tengan el valor y la ética laboral necesarios para poner fin a la injustificable precariedad laboral que padecemos el 75% del personal docente de los Institutos Cervantes.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Seguro que ha desaparecido la Subdirección de Académica? He oido que a Raquel Romero, hasta ahora Jefa de Estudios de Varsovia la habían nombrado Subdirectora de Académica.

Anónimo dijo...

Tienes toda la razón, precariopolaco, Raquel Romero Guillemas es la nueva Subdirectora de Académica. Habrá que corregir la información.
Gracias por el aviso.

Anónimo dijo...

Ser del equipo directivo te hace olvidar tu pasado como arrendado y la precariedad laboral que sufren los arrendados.¿A qué será debido?

Anónimo dijo...

Pues no sé de qué os quejáis, sinceramente. El futuro de los arrendados es prometedor. Esto es como en América: se pasa de ser arrendado a director de centro en menos que canta un gallo, oye.

Y nada de olvidar el propio pasado como arrendado. Hay algunos que, lejos de ser olvidados, casualmente, acaban en el mismo centro, tras años de arrendados, en plantilla. ¿Por qué será? ¿Por proximidad, quizá?

¿Quién salió seleccionado como profesor de plantilla en el Instituto Cervantes de Argel del año pasado, tras años de arrendado? ¿Quién será el próximo (venidero y cercano) director del centro de Argel? ¿Quién ha venido tomando las decisiones en los procesos de selección de personal de los centros del Instituto Cervantes en los últimos años? ¿Quizá una antigua arrendada?

¿Quién quiere jugar a las adivinanzas? ¿Mejor, a los hilos enrredados? Como alguien tire de este, quizá se pueda armar.

Hiperónimo dijo...

Pues mira, yo, aunque resulte algo kafkiano, me voy a poner a escribir lecturas graduadas, oye. Menudo negociete. Mejor, con tema centrado en algún que otro insecto nauseabundo y que se desenvuelva bien entre la basura. ¿Que por qué?Pues solo hay que ver el éxito de algunas. Nada de doctorados en ELE, sesudos artículos y profundas reflexiones sobre la práctica docente. Me río yo de tanta pamplina de desarrollo profesional y competencia docente. Aquí la competencia que hay que practicar es otra. A ver quién se arrima a la mejor ascua y sabe ser el paradigma del esclcavo mediocre más arrastrado. Sí, kafkiano. ¿Un máster? Hay que ser pringao. Lo dicho: una lectura graduada y un par de actas de congreso cutre amañao y pasas de las cloacas a la cresta de la ola, en menos que canta un gallo. Encima, colocas consorte en plantilla sin que se te mueva pelo o antena.

¿Que esto no es un currículum digno? Mira, a estas alturas, yo no cuento cuentos del país de los ciegos que el negocio ya sabéis que es la lectura graduada, aun sin NPI de lo que es un proceso de lectura. Además, en África, hay muchas cosas que no se notan mucho. Y tampoco vamos a poner el grito en el cielo por un pelotazo de medio pelo en un centro de no muchos oropeles. Y mejor, porque lo del marido cantaría bastante y mejor empezar desde abajo como decía el otro, no vaya a ser que una subida precipitada se haga muy visible y nos caigamos de bruces con todo el equipo. Nunca mejor dicho.

¿Alguien puede explicar por qué se ha parado este blog? ¿Se puede saber cómo se han apañado para amordazar a los poderosos arrendados del Cervantes?

Anónimo dijo...

Pues, a tirar del hilo. En el ovillo hay muchos nudos que destapar, ¡uy!, digo desatar.

An-alógico en la era digital dijo...

En efecto, hay múltiples cabos sueltos. Tiremos del primero.

¿Puede el director de área delegar sus competencias en los procesos de selección de profesores en una persona que mantiene vínculos familiares con uno de los candidatos?

¿Puede, en definitiva, participar en un proceso de selección de un profesor de plantilla un familiar de uno de los candidatos?

¿Es casualidad que este candidato salga elegido entre los muchos que optan a la plaza?

¿Es otra casualidad que solicite el centro para el que posteriormente su consorte es designada por el sistema digital para ocupar el cargo de máxima responsabilidad?

Si se tira de este hilo concreto, aparecerán muchos otros cabos en el enredo.

Anónimo dijo...

Parece evidente que se está hablando de un conflicto de interés. También se infiere que el sistema no dispone de los mecanismos básicos para regular este tipo de cirncunstancia.

En los sistemas no evolucionados, propios de áreas tercermundistas, este tipo de situación representa el perfecto caldo de cultivo de la endogamia y el coladero para que las personas cuyos méritos se limitan a las relaciones que poseen se instalen en los puestos de la administración pública. El resultado es el hundimiento progresivo de las instituciones públicas, la creación de ambientes de trabajo envenenados y la merma del rendimiento de las personas que acceden por méritos propios. En definitiva, otro ejemplo de la pésima gestión de los recursos humanos que sufren las instituciones públicas en este país, en especial, en las dos últimas legislaturas.

Los procesos de selección son cada vez menos transparentes. La escasa regulación por la que se regían está sirviendo como excusa para ser burlada y como palanca para que se cuelen los familiares y allegados de las personas que no solo no hacen nada para mejorar los sistemas, sino que se dedican a destruir las pocas cosas que empezaban a tomar forma y a ponerse en pie.

¿Solución? Empezar a denunciar los procesos de selección en cuanto se convocan. Pero... ¿quién se entera y cuándo de todas las tropelías que se cometen? Normalmente, es demasiado tarde.

Anónimo dijo...

Realmente, no sé si es peor formar parte del comité de selección en un proceso en el que participa un familiar directo o convertir la fase de deliberaciones de la entrevista en un cacareo de cotilleos, en el que salen a relucir, en crudo, con risitas incluidas, las lindezas, los dimes y diretes que se cuecen y deforman en pasillos y mentideros. Sí, aunque parezca increíble, hasta ahí podíamos llegar y no quepa la menor duda de que, cuando no hay normas, evidencias, ética y profesionalidad, se llega y se sobrepasa el límite de lo aceptable. En los procesos no regulados, que nadie denuncia, argumentos del tipo "Me han dicho..., se dice..., todo el mundo dice que..." tienen mucho más peso que el historial académico y profesional determinar la idoneidad de un candidato a un puesto de trabajo.

¿Cómo es posible? Es muy sencillo: cuando en un alto porcetaje (como el 40%) de la puntuación de un proceso depende de una entrevista, en la que, participe o no el familiar del candidato, todo se puede hacer. Hasta manipular el proceso desde fuera de la sala. ¿No forma parte el que se queda fuera del mismo equipo directivo?

Es perfectamente legal. Es lo que, en términos jurídicos, se conoce como "un intangible". No hay evidencias ni prueba alguna que pueda demostrar que el proceso haya sido irregular. Es posible recurrir judicialmente, en efecto, pero con un matiz: en el momento en el que el candidato se presenta al proceso de selección, acepta las condiciones. La cuestión es que, siempre que alguien se plantea recurrir, está en una situación desfavorecida, o sea, no ha sido seleccionado y, entonces, siempre es demasiado tarde.

Lo que se malmeta o se cotillee, en la fase de deliberaciones es una caja negra en este tipo de casos y de ahí que comentarios subjetivos, sin más fundamento de lo que "yo creo, opino, me han contado, se sabe..." sean determinantes. Para que una entrevista cumpla su legítima función en un proceso de estas características debería ser grabada y estar estrucutrada, pero para eso, los comités de selección tendrían que ser profesionales, disponer de la formación adecuada en Recursos Humanos y no ser taimados juristas, bregados en el arte de no cruzar la delgada línea roja que separa lo legal y legítimo de lo corrupto.

Lo que no me explico es el papel de los representantes sindicales en este tipo de circo. ¿Por qué no están presentes? Si lo están, ¿por qué no denuncian? ¿Están en la misma situación? ¿Es su palabra contra la del resto de los miembros del tribunal? Intangible.

Hiperónimo dijo...

Pues... llegados a este punto, balance: no se puede hacer peor. Esta, la saliente, ha sido y es aún, esperemos que no por mucho más tiempo, una de las direcciones más repudiadas por los trabajadores del Instituto Cervantes, al menos, en lo que concierne a las áreas Académica y Recursos Humanos, las que nos afectan a los profesores. No se puede hacer peor.

La única beneficiada, la arrendataria ascendida a directora. No se puede decir que sea ni siquiera la pionera. Antes ha habido otros. En lo que sí se puede decir que se desmarca es en la ruptura de otros moldes: los de los escrúpulos, ya que no ha tenido reparos en colocar a su marido o pareja de no se sabe qué en la cabeza de la lista de los eternos arrendados en busca de plaza de profesor de plantilla. Ahí lo tenéis, en el mismo centro, en el que, por cierto, no se paga casa. También corre a cargo del erario. Una vergüenza (más). Continuará...

Anónimo dijo...

Claro, por eso impartió la conferencia inaugural en el Simposio celebrado en el centro de Argel cuando aún era la subdirectora y su marido ya estaba en la plantilla. ¿Todo planeado? Qué va, por favor. Son funciones implícitas en el puesto. Si pronunció la conferencia inaugural con esa fluidez y elocuenica que exhibe en las presentaciones de, a lo sumo, dos minutos que hace a las personalidades que acuden a las actividades culturales de la de la sede (ver vídeos en Cervantes TV), seguro que hizo las delicias de todo aquel que aprovechó la solemnidad del acto y la oscuridad de la sala en cuestión para echar una siesta. Esto sí que es lo suyo: la retórica en estado puro.

Hiperónimo dijo...

Y... cuatro años más tarde, nos preguntamos de nuevo: ¿hará el siguiente bueno al anterior para no romper las sempiternas tradiciones instauradas en esta institución?

Siempre queda un fondo de esperanza... ¿por qué no hacerse ilusiones?

Crucemos los dedos en lo referente a la Dirección del Área académica y que se rompa la continuidad en la tónica del desaguisado, del desatino y de la desfachatez. Que, si no van a hacer nada para construir y progresar, al menos, que no se dediquen a destruir lo poco que había de pie (y eso... que casi nada queda ahora tras la hecatombe ya casi olvidada) ¿Volverá a crecer la hierba tras el paso de esta barbarie silenciosa y sibilina?

Si no pudiera ser, que se terminen, si acaso, las irregularidades en los procesos de selección, los enchufes encubiertos, las malas artes y los acosos. Y que llegue a su fin, en definitiva, la era digital a la hora de cubrir puestos.

Que se acaben los tiempos de florecimiento de subdirectoras de tres al cuarto: de corto alcance para las entendederas, de manga ancha para la autoexigencia, de dura jeta para los intereses, de medio pelo para las competencias, de lengua torpe para la locuacidad, de pobre aspecto para la presencia... ¿Llegará el día?

Veremos...

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